26 de abril de 2010

Sabado de Feria. Corrida de "Farolillos"


En la Maestranza pudimos ver una corrida distraida con toros de "Torre estrella" con divisa azul y oro de las fincas de "Los Alburejos" de Medina Sidonia (Cadiz) y "Camila" de Chiclana de la Frontera (Cadiz) que dejaron mucho que desear... para la afición y los diestros que los iban a torear. Manuel Diaz "El Cordobes", Rivera Ordoñez y David Fandila "El Fandi", un granaino al que no conocia y que me ha parecido sensacional y asombroso en la suerte de banderillas. Todo un espectaculo de arte y belleza digno de figurar en las corridas de la Maestranza.

La corrida va a empezar.

"El Cordobes" es un torero alegre y voluntarioso y cuenta con la simpatia del publico.

"El Cordobes"

"El Cordobes" que estuvo bien en todo lo que pudo hacer a ese toro y la gente le pedia hiciese "la rana" y el toro no era para alegrias... Lo mato de una estocada y se quedó fulminado patas arriba. Fue el unico que mato bien a los toros que le tocaron, sobre todo a este "esaborio".

Una seguidora de la corrida con una camara grande y con tripode, que no se como la dejaron pasar, fotografiaba en ese momento al Cordobes, que lo pasaba mal con los toros tan malos que le tocaron en suerte, se caian, se distraian, no embestian y ya no sabia que hacer y le dio la espalda al toro "aburrio perdio".

"El Fandi" fue el triunfador de la tarde, sin oreja que merecio, y no quiso dar la vuelta al ruedo.

"El Fandi" retando a su primer toro.

Rivera Ordoñez , toreando bajo la mirada de la Duquesa de Alba en el palco derecho.

Rivera Ordoñez

"El Fandi"

"El Fandi" retando al toro desde la otra punta de la plaza, despues se iria acercando despacio con su especial baile, como un ballet...

" El Fandi " nos dejo un buen sabor de boca y nos alegro la tarde con su alegria. Lo tendre en cuenta para las corridas del año que viene si Dios quiere...



20 de abril de 2010

Portada de Feria 2010 Una portada muy singular y diferente a todas las anteriores.

Una preciosa caseta por la mañana temprano lista para recibir sus visitas.

Asi es una caseta por fuera; un frontal pintado, un nombre gracioso para la caseta, el vertido a dos aguas de la cubierta de lona, una barandilla de hierro. Poco más hace falta para que reine la alegria en ella.



Las barandillas de las casetas vienen a ser como un palco de opera, como una primera fila de barrera, para ver y ser vistos.



Hay gitanas que cuando no bailan, fotografian a quienes lo hacen.

Una caseta por dentro, con el "tablao" donde se bailan las sevillanas al fondo de la imagen.

Las sevillanas se pueden bailar en cualquier sitio que te apetezca de la Feria y es muy normal encontrarte con grupos de jovenes haciendolo en las calles al sonido de la musica que sale de las casetas, incluso cantando mientras bailan. Es una estampa muy tipica de la Feria de Abril.


Bailando en la caseta


Para bailar sevillanas en una caseta, no hace falta ni vestirse de gitana, ni hacerlo muy bien, solo estar alegre y que el cuerpo te pida bailar y disfrutes haciendolo.

La Feria es lucimiento personal y coqueteria, siempre resplandeciente y bien regada, lo que hace tener que recogerse el vestido las "gitanas" al atravesar de una calle a otra...

Los coches de caballos traen al "Real de la Feria" una estampa campera, y es una bonita forma de pasear y dejarte en la puerta de tu caseta para "tapear".

Raro debe ser el sevillano que, de niño no haya sido vestido de gitano o de flamenca. La Feria tambien es de ellos...

Los niños tienen su mayor diversión por la tarde en la "Calle del Infierno".

Cuando llega la noche, la fiesta sigue dentro de las casetas. En las más importantes se contratan atracciones de renombre, o conjuntos folklóricos afamados.

Cuando se acaba la noche y se haya escuchado todo el cante y disfrutado del baile . nos esperan a la salida de la Feria las tipicas casetas de las buñoleras gitanas, las chocolaterias, y los apetecibles "calentitos".

Asi terminamos un dia de Feria hasta el dia siguiente.

5 de abril de 2010

Exposicion en el Museo de Bellas Artes de Sevilla "El joven Murillo"

El joven Murillo
(Autorretrato)

Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617-1682) concluye su periodo de aprendizaje con Juan del Castillo en torno a 1640, iniciando entonces una carrera ascendente en solitario que le lleva a darse a conocer con su primer encargo. El conjunto del Claustro Chico del convento de San Francisco de Sevilla, realizado entre 1645 y 1646. El joven Murillo poco a poco, fue recibiendo encargos en la ciudad próspera y cosmopolita de Sevilla, puerta de Indias, sede de numerosas órdenes religiosas, mercado de estampas y de importantes colecciones de pinturas. En estos años de formación la influencia de maestros de la generación anterior, como Herrera el Viejo, Zurbarán y Ribera, se plasma en el realismo con el que trata los temas, en los magistrales estudios de luces y contrastes luminosos y en el gusto por la observación de la materia de sus obras. Es también evidente el influjo de su maestro Juan del Castillo, del flamenco afincado en Sevilla Juan de Roelas y de los relieves escultóricos de Juan Martínez Montañés y por supuesto en la producción sevillana del propio Velásquez, cuyas obras penetraron en la ávida retina del joven pintor.
En este periodo juvenil que va desde 1640 a 1655 aparece su personal modo de representar los temas religiosos, conducir las emociones y concentrar la atención de quien contempla su pintura, que no permanece indiferente. Sin embargo, las obras más conocidas por el público son las de su etapa madura.
En la primera parte de la exposición, nos encontramos al entrar con el autorretrato de Murillo, todavía joven, aparece como un hombre de su tiempo, sin atributos que definan su profesión. Este cuadro figuraba en los inventarios de las posesiones de Gaspar, hijo de Murillo, junto al autorretrato de su madurez, que se conserva en la Nacional Gallery de Londres.
El recorrido de la exposición se inicia por las pinturas realizadas por Juan del Castillo para el retablo principal del sevillano convento de Montensión, pintado en los últimos años de la estancia de Murillo en el taller de su maestro. La presencia al final de la primera sala de las pinturas más tardías de su producción, aunque no pertenecen a la exposición por estar
pintadas en su madurez, permiten establecer una clara línea evolutiva entre las dos primeras décadas de la carrera de Murillo y las casi tres restantes, hasta su muerte en 1682.


Comentarios pie de fotos.
Sobre obras de Murillo que no hemos podido disfrutar en España, por estar depositadas en museos extranjeros
, por diferentes causas... lamentables.

Magdalena penitente. (1640)
The Matthiesen Gallery, Londres.
Puede considerarse esta pintura una de las grandes obras maestras de Murillo. La pintura intensa y de gran dramatismo, fue llevada a Italia en el siglo XVIII, desde entonces permanece fuera de España.

José y la mujer de Putifar. (1645)
Museumslandsahaft Hessen Kassel.
Aun tratandose de asunto biblico, asombra este cuadro, porque murillo se aparta de su linea de pintor, de asuntos religiosos o populares.

El joven mendigo.
(1645- 1648)
Museo del Louvre.
En esta obra dedicada a la infancia vagabunda, Murillo quiere evocar algunos personajes de la literatura picaresca, caso del Guzmán del Alfarache.
Dos muchachos comiendo melón y uvas.
(1645-1648)
Alte Pinakothek, Múnich.
Con esta pintura Murillo defendia de manera amable, el amparo a los pobres y la justicia social y que el pintor convierte en uno de sus asuntos predilectos.

Huida a Egipto. (1647-1650)
The Detroit-Institute of Arts Detroit.
Una de las obras desconocidas de Murillo en nuestro pais, que más me ha gustado, nunca antes habia visto al Niño de Dios dormido placidamente bajo la mirada amorosa de la Virgen.
La Virgen con el niño. (1650)
Lier (Belgica)
Este cuadro fue tratado por Murillo a lo largo de su carrera en cuadros dedicados a la devoción privada, considerándose esta versión como una de las primeras. Aqui aparece la Virgen sentada de tres cuartos con el Niño, que sostiene una manzana como simbolo de la redención del pecado original sobre sus rodillas.

Desposorios misticos de Santa Catalina. (1650-1655)
Museo Nacional de Arte Antiga.
Este lienzo se encuadra dentro de las últimas pinturas del periodo juvenil de Murillo.

Santa Catalina de Alejandria. (1645-1650)
Mie Prefectual Art Museum, Mie-Ken (Japón)
Obra de gran refinamiento y elegancia al presentar a la martir como una heroina que acepta el martirio con resignación cristiana.