Ay, aquella ventanita
de la calle de la Feria,
donde se asoma la niña
de cutis azul y ojeras,
la niña que mira triste
y esta enferma…
Siempre cuando pasa el palio
verde de la Macarena
se para ante la ventana,
y como es la calle estrecha
Saca su brazo de luna
y acerca el palio y lo besa…
Y en el terciopelo verde
Sus labios de rosa seca
dejan temblando un suspiro
junto a los flecos de seda:
-¡Tu que pasas, Esperanza,
sáname, que estoy enferma!
Y se cierran los cristales,
y la procesión se aleja,
y en el bordado del palio
una flor más centellea,
como los ojos con fiebre
de la niña azul enferma…
***
Un año más, Viernes Santo.
Ya vuelve la Macarena.
Ya está junto a la ventana
Buscando su beso de seda.
Por detrás de los cristales
Se asoma la niña enferma…
Pero no sale, le daña
la brisa del alba fresca,
y tras la ventana llora
más azul cutis y ojeras…
En el palio tembloroso,
que en el cristal se refleja,
ponen un beso sus labios
cárdenos de rosas secas:
-¡Tu que pasas, Esperanza,
sáname, que estoy enferma!
Y se pega a los cristales
su piel de cristal con venas,
y hay un sollozo en el alba
mientras la Virgen se aleja…
***
Un año más. Viernes Santo.
¡Ya no pases, Macarena!
¡Ya no te espera la niña
azul en la calle Feria!
No hay nadie tras los cristales,
nadie en la ventana ciega,
nadie que te ponga un beso…
¡Ya no pases, Macarena!
Que si al pasar, tus reflejos
en la ventana se espejan,
se quebraran los cristales
de desilusión y pena,
como se quebró la vida
de la niña azul enferma…
Ya no hay nadie en la ventana.
¡No pases ya, Macarena!
- Deja que pase, que pase…
(cantó en el alba una estrella).
“Ella aquí no es Esperanza,
ni yo aquí soy rosa seca.
Ella es toda posesión
y yo rosa fresca, fresca…
Que pase, si en mi ventana
Se copia el palio, no temas,
Me asomaré a mis cristales
Para besarlo, hecha estrella,
Y se quebrarán de gozo
como un aplauso en la fiesta…”
***
Viernes Santo. Madrugada.
¡Pasa, pasa, Macarena!
Del libro del Padre Cué. !Como llora Sevilla!
3 comentarios:
Versos de altura para la Madre de Dios...
¡Un saludaso enorme Ángela!
!Muy bonito! Ya estás entusiasmada con la llegada de la Semana Santa: lástima que tus piernas no te acompañen para poder corretear Sevilla de Iglesia en Iglesia como a ti te gusta.
Que hermoso y que emotivo. Se me saltaron las lágrimas no sabes cuánto.
Un abrazo
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