La tecnica del esmalte, clasificada entre las artes del fuego, es de las más interesantes que desde tiempo se practican
La utilización de esta tecnica, como medio de expresión artistica, tiene origenes muy remotos. En la ejecución el artista a de reunir su saber y su habilidad para salvar las dificultades de este maravilloso y apasionante trabajo. Al someter la pieza de esmalte a la acción del fuego, transforma éste, hecho polvo, en superficie vitrea transparente, bella y brillante enriqueciendo de esta forma por su aplicación los metales, sean de oro, plata o cobre. Solo se sabe con certeza que en el siglo VI, en la gran Bizancio, cento de aquella ´´epoca de las civilizaciones y el esplendor de las artes, se hacian grandes obras de esmaltes, llegando en el siglo IX a su apogeo y magnificencia.
En el siglo X las magnificas artes suntuarias de Bizancio fueron importadas a Alemania. Extinguidos el poderio y la esplendidez de Bizancio, viene una reacción en el arte con el románico, produciendose bellas y grandiosas construcciones por los monjes artistas, artifices de magnificas obras de esmalte y orfebreria, adaptándolas a las nuevas modalidades litúrgicas, tan diferentes a las de Bizancio, aunque siguio su influencia por algún tiempo. Es de destacar la influencia de Bizancio en los pueblos eslavos y georgianos, que sin llegar a los refinados procedimientos técnicos que empleaban los artistas de Bizancio, realizaban unos esmaltes primitivos caracterizados por el brillo y el color de sus productos.
La masa de vidrio, una vez mezclada con el oxido para la consecución del color deseado, era triturada y en morteros especiales, convertida en fini polvo. Este polvo obtenido era conservado en recipiente adecuado, uno para cada color. Después, era lavado cada uno, cambiandole el agua varias veces, hasta quedar transparente. Se preperaba una placa metalica, (de oro en muchos casos) sobre la cual se le aplicaba el esmalte. Las principales escuelas o talleres germánicos de los siglos XII y XIII son los del Rhin y del Mosa, estos ultimos se instalaron en Colonia.
La escuela de Limoges en Francia, bajo la influencia bizantina surgió al mismo tiempo que la alemana, aunque los esmaltadores de esta última aventajasen a los frnceses, incluso influyeron en su progreso.
Despues de los años en que padecio decadencia el arte de esmaltar en Francia desde el siglo VII, en que trabajó San Eloy como orfebre esmaltador, en el sigloXII volvio a renacer con esplendor, fundándose grandes talleres que produjeron tal cantidad de obras que los esmaltes de esta época se les conoce con el sobrenombre de "esmaltes de Limoges", ya que fue esta ciudad donde mejores y más bellas obras se hicieron. Esta actividad deduce de la gran abundancia de oro , cobre y piedras preciosas que habia entonces. Asi como la situación politica y geografica de la Edad Media tan propicias a las artes suntuarias religiosas.
En Limoges existian grandes
monasterios, como el de Conques, que era además el centro de las peregrinaciones a Santiago de Compostela.
En estos grandes conventos fueron los monjes, al igual que en Alemania, los primeros que trabajaron el esmalte. Más adelante por la enorme demanda, se imprimio a este arte un carácter más industrial, lo que determinó en decadencia.El motivo principal de tan gran demanda fue la costumbre que se implantó de ofrecer y guardar recuerdos de las peregrinaciones y que, haciendose las obras en cobre, en vez de en oro, resultaban más económicas. Esto determinó que no hubiera convento o capilla o señor que no tuviera en el siglo XIII algún trabajo de Limoges. Las peregrinaciones y las ferias fueron el medio de difusión por todo el mundo de los esmaltes de Limoges. Los que iban a Santiago las introducian en España. En Limoges hubo una cofradia de Santiago y en esta ciudad española se establecieron plateros franceses.
Es indudable que en España se esmaltaba desde el siglo X por lo menos, pero en este trabajo hemos ido retrasados en relación con el extranjero. La colección de esmaltes de del museo Lázaro Galdiano, en Madrid, es tan extraordinaria, que a traves de ella se pueden estudiar todos los estilos. Se puede decir que las series de este museo, no han sido superadas en calidad. Uno de los grandes tesoros aqui expuestos consiste en la colección de esmaltes bizantinos, que por su rareza y perfección, puede decirse que es una de las notables del mundo. Estas piezas de un gran sentido artistico están hechas sobre placas de oro.
monasterios, como el de Conques, que era además el centro de las peregrinaciones a Santiago de Compostela.
En estos grandes conventos fueron los monjes, al igual que en Alemania, los primeros que trabajaron el esmalte. Más adelante por la enorme demanda, se imprimio a este arte un carácter más industrial, lo que determinó en decadencia.El motivo principal de tan gran demanda fue la costumbre que se implantó de ofrecer y guardar recuerdos de las peregrinaciones y que, haciendose las obras en cobre, en vez de en oro, resultaban más económicas. Esto determinó que no hubiera convento o capilla o señor que no tuviera en el siglo XIII algún trabajo de Limoges. Las peregrinaciones y las ferias fueron el medio de difusión por todo el mundo de los esmaltes de Limoges. Los que iban a Santiago las introducian en España. En Limoges hubo una cofradia de Santiago y en esta ciudad española se establecieron plateros franceses.
Es indudable que en España se esmaltaba desde el siglo X por lo menos, pero en este trabajo hemos ido retrasados en relación con el extranjero. La colección de esmaltes de del museo Lázaro Galdiano, en Madrid, es tan extraordinaria, que a traves de ella se pueden estudiar todos los estilos. Se puede decir que las series de este museo, no han sido superadas en calidad. Uno de los grandes tesoros aqui expuestos consiste en la colección de esmaltes bizantinos, que por su rareza y perfección, puede decirse que es una de las notables del mundo. Estas piezas de un gran sentido artistico están hechas sobre placas de oro.
El frontal esmaltado del monasterio de Santo Domingo de Silos, es uno de los monumentos más extraordinarios de la esmalteria y orfebreria de la Edad Media.
1 comentario:
Cuantas cosas que no sabía, y cuanto valor tiene la técnica del esmaltado, que dura desde el siglo VI.
Me ha sorprendido que lo practicaran los monjes en los monasterios. Tenía que ser una gozada entrar en uno de ellos y ver como trabajaban el arte del esmalte y de la escritura. Pura sabiduría.
Y lo que más me gustaría es visitar el museo Lázaro Galdiano. Si vuelvo por Madrid no dejaré de hacerlo.
Un abrazo
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