31 de mayo de 2010

Hay amores que matan...


El maltrato psicológico.
La agresión perfecta es el maltrato psicológico; destruye a la victima sin que ella lo vea.
Estos maltratadores no salen en los telediarios, practican una violencia que no dejan marcas
ni derrames en los ojos. Es peligrosa porque actúa de forma subterránea, sin huellas tangibles, porque las huellas están en el alma de la victima y en su destrucción psicológica. Las palabras pueden matar aún con más violencia que los golpes. Con descalificaciones constantes en la casa; “Por su bien, para que aprenda a hacer las cosas como el, ya que ella no tiene su inteligencia”. Y cuando tiene “publico” ya sea en la casa o fuera de ella, sus frases
de descalificación la envuelven en ironía, en comentarios supuestamente inocentes que van directos a los puntos débiles de la mujer y la van hundiendo delante de todos. Si la mujer se queja y intenta defenderse por dignidad:-la respuesta es:- ¡No tienes sentido del humor, ni sabes estar en ningún sitio! La respuesta es la misma si la mujer prudentemente se calla y intenta contener las lágrimas. Entonces además es tonta y torpe porque todo se lo toma a mal. Y cuando se quedan solos aun la cosa es peor, porque advierte que cuando el diga una cosa, aunque sea mentira y ella no este de acuerdo ¡Tu a callar! Y ahí ya levanta la voz y amenaza. Ella no tiene permitido expresarse, ni opinar, ni defenderse. Para él, las agresiones son una manera de conseguir lo único que anhelan los maltratadores: el poder sobre la victima. Eso va destruyendo a la mujer interiormente y cayendo en depresiones sin saber que hacer… ni como acertar. El agresor, domina por tanto, el mal se hace por el bien de ella, para que aprenda y con eso ya esta justificado. Todos los maltratadores psicológicos son casi iguales, pero el trasfondo es el mismo. MACHISMO. Ya sean perversos narcisistas, grandes
seductores, hombres inteligentes en el poder de dominar, u hombres celosos. Y si, además, poseen complejo de superioridad, la humillación de la mujer será aun mayor, una verdadera tortura, porque haga lo que haga, nada estará bien hecho, ni en la cama, ni fuera de ella y por supuesto no será una buena esposa, ni madre y será la culpable de todo lo que ocurra en la casa, incluso lo más natural e insignificante, por mucho que la mujer esté pendiente de su casa y de sus hijos. Impera la ley del terror. Y si a todo esto añadimos que fuese celoso, la mujer seria “una cosa”que le pertenecía y no podría salir a ningún sitio sin su permiso, o decir a que, a donde, y hasta cuando, para tenerla bien controlada. Esto es una realidad, entre otras muchas cosas, y por supuesto de trabajo o estudio nada. Son enfermos mentales y no tan inteligentes como ellos piensan de si mismos… Por eso matan cuando una victima se les escapa, ellos no evolucionan… la mujer si, y está demostrando su valía y su derecho a ser feliz…




2 comentarios:

Fina dijo...

"COMO LA VIDA MISMA"
Cuanto dices en tan poco espacio.

Sabor Añejo dijo...

Desgraciadamente conozco varios casos así, y es tal y como tu lo narras.
Es más doloro y humillante aún que la agresión física, al menos eso pienso yo. De una gresión física te puedes recuperar. De haber perdido tu dignidad y autoestima... es más difícil.

Un abrazo