Las cosas que nos podemos encontrar por las
calles de Sevilla, son imprevisibles, en una
ciudad tan sorprendente y creativa como ella.
Hace solo unos días que se inaguró la Plaza del Salvador como zona peatonal, y se colocaron copias de Dalí, con más o menos aciertos, pero no dejan de sorprenderte contemplar al Cristo, y
como fondo, las mesas de un bar, las personas descansando, mientras
los niños juegan alrededor, o se sientan en el pedestal.
Bajando dicha plaza hacia la de San Francisco, te encuentras al llegar, el maravilloso espectáculo visual de la Giralda iluminada que te deja de
momento, sin habla...
Para después sentirte enamorada y felíz, de
tu ciudad, Sevilla, y poder contemplar, no solo esta "postal" cotidiana,
sino muchas otras en tu entorno,
que te causan la misma satisfacción, sin salir del casco antiguo de Sevilla y, te sientes privilegiada por vivir en esta ciudad monumental rodeada de arte.
Y como la quieres mucho, eres muy crítica
con todo lo que acontece,con sus luces y
sus sombras...